sábado, 28 de noviembre de 2009

PERFIL TEORICO Y EPISTEMOLOGICO DE LA INVESTIGACION CIENTIFICA

TEMA IV
Lea el contenido que se presenta a continuación. Elabore sus propias interrogantes y vaya dándole respuestas. Recuerde, que a medida que usted lea logrará comprender e interpretar mejor el mundo del cual forma parte y por supuesto alcanzará su soberanía cognitiva. ¿Qué es investigar? Quiérase o no, el acto de investigar está tan estrechamente ligado a la vida intelectual, tecnológica, social, cultural y común del ser humano, que se constituye en un factor inseparable de cualquier actividad cognoscitiva u operación mental que se realice y ello porque el término "investigar" tiene significados muy diferentes entre la gente y de hecho lo relacionamos con una gran cantidad de términos y conceptos, como por ejemplo, indagar, inquirir, examinar, inspeccionar, explorar, buscar o rastrear, que a la postre son funciones propias del pensar o de la actividad racional. Desde que el niño se enfrenta con un hecho, un fenómeno o un objeto desconocido, y pregunta sobre él, lo examina atentamente con la vista, lo inspecciona con sus manos, lo huele y lo toca, se comienzan a sentar las bases de lo que posteriormente será el acto de investigar. En ese deseo y necesidad de saber, de ver las cosas y de enterarse del qué, por qué o para qué, están implícitos los fundamentos de una necesidad vital que le produce mucho placer al niño, pero que lamentablemente con los años se va perdiendo por obra y gracia de muchos factores sociales, culturales y educativos. Porque de hecho no basta con desplegar instintivamente toda esta gama de sentido y capacidades innatas para alcanzar los niveles superiores de la investigación científica. Hay que ordenar, sistematizar y darle una dirección a todas estas capacidades, o sea, someterlas al régimen propio del método científico. Al mundo tecnológico, científico, cultural o educativo le hubiera sido muy difícil alcanzar los niveles actuales sin la ayuda y colaboración de la actividad investigativa, ya que ésta con su acción ha posibilitado la transformación y los cambio: que exige un mundo en permanente evolución y desarrollo Porque si hacemos un recuento histórico de las grandes conquistas y aportes en este terreno, descubriremos que detrás de cada invento o cambio se encuentra presente la noción de "investigación científica", ya sea en su dimensión teórica, empírica o axiológica. Ello no es accidental, ya que la investigación en la práctica se ha constituido en un camino para conocer la realidad y un procedimiento reflexivo, sistemático, controlado y crítico que ha posibilitado interpretar los hechos y fenómenos, relaciones y leyes, plantear problemas y busca soluciones, y en general preparar el camino y crear las condiciones para estos cambios y transformaciones. No es accidental el hecho de que la palabra "investigación" tenga muchas formas diferentes de asumir esta responsabilidad y compromiso, ya que en la práctica se convierte el una búsqueda intensiva que debe dar muchos rodeos antes d cumplir sus objetivos y alcanzar sus fines, lo cual explica perfectamente su origen etimológico. La palabra "investigación proviene de las voces latinas in-vestigium, que literalmente significan "en pos de la huella". Un significado parecido tiene la palabra inglesa research, que se utiliza para referirse a la investigación o al investigar, pero que también tiene un sentido, de búsqueda o indagación, al igual que el rechercher en francés, que hace alusión al acto de "buscar de nuevo", o sea, la búsqueda de algo, pero más minuciosamente. La voz latina vestigium significa además "planta de pie" y por extensión 1a "huella " que queda. De ello se puede deducir que el procesos de investigación siempre expresa el modo de llegar al conocimiento de algo, con esfuerzo, por la vía indirecta de un "rodeo", siguiendo una huella o un vestigio, por un largo camino en forma sistemática, o sea, con método. En la historia de la filosofía no ha existido pensador que no se haya preocupado directa o indirectamente del tema, ya que problemáticas como las del proceso del conocimiento, relación entre el sujeto y el objeto, teoría del conocimiento, ontología, gnoseología, reflexión humana, alternativas de vinculación entre pensamiento y realidad, cosmovisiones metodológicas, etc., se han ocupado de la investigación científica. De igual manera, pensadores desde Aristóteles y Platón hasta científicos y filósofos como Bertrand Russel, Lucien Goldman, Gastón Bachelard, J. Habermas, Karl Popper y tantos otros, se han ocupado de analizar y explicar sus métodos, técnicas y fundamentos filosóficos, lógico-matemáticos y epistemológicos. Por ejemplo, Aristóteles nos habla de la curiosidad como un factor que mueve a investigar y que el aprender a investigar es el más grande de los placeres. Platón en su diálogo "Menon ", escribe: ¿Y cómo buscarás, oh Sócrates, lo que tú ignoras totalmente? y de las cosas que ignoras, ¿cuál te propondrás investigar? y si por ventura llegaras a encontrarla ¿cómo advertirás que esa es la que tú conoces? Entiendo qué quieres, Menon ...Quieres decir que nadie puede indagar lo que sabe ni lo que no sabe; porque no investigaría lo que sabe, pues lo sabe; ni lo que no sabe, pues ni tan siquiera sabría lo que debe investigar2. Para otros pensadores el investigar es el camino que nos ayuda a buscar el sentido de las cosas, quizás el propio criterio de la verdad, o sea, el recurso para comprobar la veracidad o la falsedad de tal o cual aseveración, hipótesis, sistematización teórica, juicio, etc. Otras veces la investigación nos ayuda a aumentar el horizonte de significatividad de las cosas, de los seres y del medio que nos circunda. En todo caso, todas estas posturas se relacionan con la realidad, la cual buscan comprender, explicar o simplemente describir. Pero el investigar no sólo ha sido explicado y entendido desde el punto de vista filosófico o epistemológico, sino que en la vida cotidiana y en la actividad práctica se utilizan numerosos términos y conceptos que se asocian con sus funciones y tareas. Entre los principales podemos mencionar el inquirir, indagar, examinar, inspeccionar, explorar, buscar y rastrear. El indagar es la fórmula o el acto que nos ayuda a llegar a saber cierta cosa, discurriendo con fundamento o por conjeturas o señales. Al inquirir se trata de buscar una información sobre cierta cosa mediante preguntas u otros procedimientos. El examinar nos exige someter a examen una cosa, o sea, estudiar y observar cuidadosamente una cosa o una circunstancia para enterarse cómo es o cómo está. El inspeccionar nos sugiere examinar atentamente una cosa para ver si está de la manera conveniente o debida y el explorar es un acto que nos exige examinar debidamente una cosa o un lugar para comprender cómo está y cuál es su situación. El buscar nos está señalando que debemos hacer algo para encontrar a alguien o algo, y finalmente el rastrear, seguir o buscar a alguien o algo por medio de sus huellas. Si sumamos todos estos significados y definiciones nos acercaríamos a una visión más global y totalizante del acto de investigar. En nuestro medio académico y universitario se sigue manejando la idea equivocada de que todo aquello que no se ciña a procedimientos, normas y técnicas propias de la investigación formal, o sea un conjunto de reglas que tienen por propósito establecer relaciones entre variables, resolver algunos problemas específicos, efectuar pronósticos y predicciones con el mayor nivel posible de confiabilidad, no es propiamente una investigación. Ello ha contribuido a que nuestros estudiantes sigan creyendo que los actos de identificar aspectos y puntos de vista, buscar y resolver contradicciones, relacionar un hecho con sus causas y consecuencias, explicar y comprender los hechos, explicitar los valores y principios que inspiran y guían la acción, etc., no son propiamente "investigación". Las mismas funciones de enumerar, describir, comparar, distinguir, clasificar, definir o situar un fenómeno o una actividad en un tiempo y en un espacio determinado, tampoco harían parte del campo investigativo. Ello quizá nos enseña que existen niveles de investigación, los cuales van desde el más simple acto de pensar hasta las funciones superiores de la investigación científica. Para muchos docentes de la investigación el acto de investigar sólo es posible cuando se asume una "actitud mental" frente a las cosas y los hechos que lo rodean. Es un aprender a buscar, a explicar sus efectos y consecuencias, establecer vínculos y relaciones, efectuar pronósticos, problematizar la realidad, examinar críticamente los hechos y fenómenos, verificar su falsedad o verdad. Comienza con la curiosidad y la manía de preguntarlo todo, y culmina con el cuestionamiento conceptual de una realidad compleja y contradictoria. Y esta actitud se comienza a desarrollar desde niño, cuando recién empieza a descubrir el mundo invisible y secreto que lo rodea, cuando aburre a los adultos con sus "por qué", o sea, cuando comienza a germinar como semilla el verdadero espíritu de la búsqueda y de la investigación, que si se alimenta, se estimula y se desarrolla adecuadamente, tendrá cuando adulto una dimensión realmente científica. Y ello en la medida que comience a comprender los conceptos, los principios, categorías y nociones teóricas y operativas de la ciencia y su método. ¿Cuándo y cómo comienza a nacer en las personas el interés, la actitud o la predisposición por el método y la investigación científica? Algunos afirman que este interés comienza cuando las personas se plantean una serie de supuestos que no pueden demostrar o un conjunto de problemas que no puede resolver, que a la postre se constituyen en el marco lógico y ontológico del pensamiento científico. Veamos algunos de estos supuestos: - De aceptar que la inducción puede proporcionar nueva información, o sea, a partir de ciertas proposiciones particulares o singulares para llegar a una o varias proposiciones más generales. - Creer en la validez de los procesos deductivos, por medio de los cuales se puede extraer una consecuencia de uno o más principios, premisas o supuestos. - Suponer que los hechos no se producen caprichosamente, sino que están determinados, o sea, que los fenómenos y los procesos responden aun encadenamiento de causas y efectos. - Estar convencidos de que los fenómenos de la naturaleza o de la sociedad humana pueden ser ordenados y presentar ciertas regularidades, o sea, que ocurran de acuerdo con una regla o con uniformidad. - Tener confianza en las observaciones del científico, o sea, que los medios que utiliza para conocer y explicar la realidad sean garantía de veracidad y verificabilidad. Otros plantean en cambio que la duda es el camino que nos puede llevar a la investigación científica, particularmente la "duda aparente o fingida ", tal como se presenta en el planteamiento científico de un problema. Esta duda significa sólo un prescindir de la certeza natural, con el fin de llegar a la certeza científica por medio de la comprobación y elaboración explícita de las razones, o sea, a través de la acción de la investigación científica. La duda nos conduce a plantearnos problemas, a hacernos preguntas ya cuestionarnos las cosas. Aquí hay que recordar la famosa "duda filosófica", que es una suspensión transitoria del juicio hasta reunir los conocimientos necesarios para formularlo con seguridad, y que para algunos, es la medida de lo que es la investigación científica. Son muchas las definiciones y opiniones diferentes que existen entre los investigadores y científicos sobre lo que comúnmente se denomina "investigación científica". Adolfo Critto afirma que la investigación científica "constituye un proceso de ajuste sistemático entre la realidad y el conocimiento o representación de ella"3. Para Claire Selltiz, "el objetivo de la investigación científica es descubrir respuestas a determinadas interrogantes a través de la aplicación de procedimientos científicos. Estos procedimientos han sido desarrollados con el objeto de aumentar el grado de certeza de que la información reunida será de interés para el interrogante que se estudia y que, además, reúne las condiciones de fiabilidad y objetividad"4. Eli de Gortari afirma que "la investigación científica, como todas las otras actividades humanas, se realiza con mayores probabilidades de éxito cuando previamente se elabora un proyecto del trabajo por realizar, en el cual se incluye el procedimiento para ejecutarlo. El método científico es justamente el procedimiento planeado que se sigue en la investigación, para descubrir las formas de existencia de los procesos .Otros autores como Mario Bunge, L. Festinger, Lucien Goldmann, Lefebre, Lazarsfeld, Popper, Merton, etc., han ensayado sus propias definiciones sobre el asunto, las cuales nos hablan de una actividad encaminada a la solución de problemas, que se define por el uso de un método científico, que es un procedimiento sistemático destinado a adquirir nuevos conocimientos, que es el proceso formal de llevar a cabo el método científico y una gran cantidad de formas diferentes de entender y explicar una actividad que tiene facetas y matices muy diversos. Para que una investigación científica adquiera el carácter de tal de "científica" naturalmente se necesita que reúna ciertos requisitos en cuanto al método, a los fines u objetivos. A juicio del investigador argentino Ezequiel Ander – Egg, los aspectos que caracterizan una investigación científica, serían los siguientes: - Ante todo, es una forma de plantear problemas y buscar soluciones mediante una indagación o búsqueda que tiene un interés teorético o una preocupación práctica. - De una manera muy general, se llama también investigación científica, a la adquisición de conocimientos acerca de un aspecto de la realidad (situación-problema) con el fin de actuar sobre ella. - Es una exploración sistemática a partir de un marco teórico en el que se encajan los problemas o las hipótesis como encuadre referencial. - Requiere una formulación precisa del problema que se quiere investigar y de un diseño metodológico en el que se expresen los procedimientos para buscar la o las respuestas implicadas en la formulación del problema. - Exige comprobación y verificación del hecho o fenómeno que se estudia mediante la confrontación empírica. - Trasciende las situaciones o casos particulares para hacer inferencias de validez general. - Utiliza una serie de instrumentos metodológicos que son relevantes para obtener y comprobar los datos considerados pertinentes a los objetivos de la investigación. - Por último, la investigación se registra y expresa en un informe, documento o estudio"6. Para la mayoría de los investigadores, el hecho de enfrentarse con un problema científico, y plantearse su correspondiente solución y respuesta, ya implica una actitud que se relaciona y se vincula a la investigación científica. De ahí que se afirme que no hay investigación científica si no existe un problema que resolver, describir, explicar o simplemente identificar. Hay que aceptar que existen numerosas concepciones estereotipadas sobre la expresión "investigación científica", ya que tradicionalmente dominan los usos y los criterios académicos y formalistas sobre el asunto. En nuestro medio por ejemplo, domina la posición norteamericana, donde la investigación se relaciona con el manejo de técnicas de recolección y tratamiento de datos empíricos. En muchas universidades la investigación es solamente esto. Como contrapartida existe la concepción de que la producción del conocimiento está reservada a un grupo muy exclusivo de personas, más "inteligentes" y preparadas que el común de las personas. Para esto sectores el producir conocimientos es un acto fundamental mente teórico, de carácter lógico y distante de toda concepción ideológica o actividad práctica. Esta última tiene un valor secundario y se limita a aportar algunos datos que posibilitan a la teoría sacar sus conclusiones, generalizar y conceptualizar. A su juicio la investigación científica no puede convertirse ni en una razón empírica y pragmática, ni en su de efecto, en un apéndice de una concepción ideológica. Creemos que en los dos casos se trata de enfoques muy unilaterales sobre la investigación, ya que todos estos aspectos se reflejan y se complementan. Por otra parte, tampoco se pueden dejar por fuera los paradigmas cualitativos, fenomenológicos, naturalísticos, etnográficos, etc., que junto con los analíticos, funcionalistas y marxistas, forman parte de un conjunto de opciones "y alternativas que posee la investigación científica para desarrollar sus actividades. Tomado de: Cerda, Hugo. (1990). Introducción a la Investigación. Ediciones Búho. Bogotá Colombia.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Paradigma Tema III

Paradigmas Tema III Clase de Metodología Profesora: Evelin Fernández Lea cuidadosamente el material que a continuación se le presentas y conteste las siguientes interrogantes: 1. ¿Qué es paradigma para Briones y T. Kuhn? 2. ¿Cuál es la clasificación paradigmática sugerida por J Haberman? 3. ¿Cuál es la utilidad de uso de un paradigma en la investigación? 4. ¿Cuáles son los cinco paradigmas que dominan el escenario de la investigación científica según el autor y cuáles son los principios de cada uno? 5. ¿Cuáles son las principales corrientes filosóficas que sirven de punto de apoyo de estos paradigmas? 6. De acuerdo a la lectura realizada, ¿cuál es tu punto de vista con respecto a los paradigmas? 7. De acuerdo a la lectura realizad, ¿con cuál de los paradigmas te identificas más? Tomado de: Cerda, Hugo. (1990). Introducción a la Investigación. Ediciones Búho. Bogotá Colombia. Tipologías y paradigmas de la investigación científica En la actualidad se hace muy difícil clasificar la inmensa cantidad y variedad de modalidades investigativas, que si bien en muchos casos no pasan de ser simples técnicas y métodos, se les ubica dentro de determinada tipología. Pero detrás de cada uno de estos tipos de investigación se encuentra una concepción filosófica que los sustentan y los respaldan teóricamente, y que en la terminología actual se le denomina paradigma de investigación. Como veremos, no siempre estos paradigmas se derivan o son una extensión operativa de determinadas escuelas o concepciones filosóficas, sino que en muchos casos se nutren de elementos conceptuales provenientes de diferentes corrientes. Para Guillermo Briones, un "paradigma de investigación" es "una concepción del objeto de estudio de una ciencia, de los problemas para estudiar, de la naturaleza de sus métodos y de la forma de explicar, interpretar o comprender según el caso los resultados de la investigación realizada. En conjunto, el paradigma define la que constituye la ciencia "legítima" para el conocimiento de la realidad a la cual se refiere"7. El propio autor citado grafica de esta manera el paradigma de investigación: Concepciones ® paradigma de ® Investigaciones filosóficas investigación El concepto fue redescubierto por Thomas Kuhn, quien en su obra "La estructura de las revoluciones científicas" lo utiliza para caracterizar el marco conceptual y metodológico en el que son planteados y sucesivamente resueltos los problemas de la investigación científica. De esta manera constituye un todo más o menos coherente mediante el cual el investigador se relaciona con sus objetivos de estudio. Para muchos autores ha sido muy difícil justificar un concepto que parece tener muchas definiciones diferentes a partir de la obra de Kuhn (Margaret Masten nos habla de 21 caracterizaciones diferentes). Una de las clasificaciones paradigmáticas más difundidas en la actualidad, es la sugerida por el filósofo alemán J. Habermas en su obra "Conocimiento e interés", donde nos habla de 3 paradigmas o categoría de procesos de investigación: empírico-analíticos, histórico-hermenéuticos y de la acción. En las primeras hay un interés TECNICO, e las segundas un interés PRACTICO, y en las de acción de un interés EMANCIPATORIO. Esta clasificación parece tener sólo validez en el plano puramente epistemológico, ya que en el momento de traducirla los niveles operativos de la investigación científica, pierde consistencia. A juicio de los expertos, si un paradigma no nos aporta ningún elemento que nos sirva para orientar y dirigir teórica y operativamente un proceso investigativo, éste no tiene razón de ser. Para otros, como el investigador Guillermo Briones, un paradigma no es otra cosa que la traducción en términos operativos y metodológicos de las ideas, conceptos y representaciones que se efectúan sobre u objeto de estudio. Su utilidad en la investigación científica es innegable ya que en el momento de apoyarse en un paradigma reconocido, e posible superar las contradicciones que tradicionalmente pueden surgir entre ciencia y realidad, entre la teoría y la práctica. Al surgir esta instancia intermedia, es posible integrar y combinar muchas concepciones, y resolver los abismos que las superan. No hay que olvida que en la actualidad, entre los investigadores existe cierta tendencia a eclecticismo ya la búsqueda de un punto de encuentro entre modelo teóricos tradicionalmente aceptados como antagónicos y que alguno identifican con el nombre de "investigación total". O sea un: investigación abierta, interdisciplinaria, multidimensional, plurivalente y sólo sujeta a las restricciones determinadas por la consistencia y coherencia propias del proceso investigativo desarrollado. Pero a pesar de su "totalidad", existe un énfasis y predominio de ciertos órdenes de ideas. Hoy día se habla de 5 paradigmas que domina el escenario de la investigación científica: Marxista, Funcionalista, Analítico, Interpretativo, Estructuralista. Algunos teóricos de la investigación no están plenamente convencidos de la existencia de estos paradigmas y consideran que éstos son el resultado de una clasificación arbitraria de los filósofos y de los epistemólogos, que buscan establecer un puente artificial entre la teoría y la práctica investigativa. Creemos que los prejuicios en torno a los paradigmas son injustos, ya que en la práctica se ha podido comprobar que esta articulación de lo filosófico y lo operativo, propio del proceso investigativo, ha posibilitado alcanzar mayores niveles de unidad entre lo teórico y lo práctico, que normalmente se ha constituido en un eterno dolor de cabeza de la investigación científica. Debido a que el estudio de los paradigmas de investigación es un tema complejo y denso, donde se conjugan numerosas doctrinas y postulados filosóficos, epistemológicos, lógicos, estadísticos y metodológicos, sólo nos limitaremos a destacar algunos principios generales de cada uno de estos paradigmas. El paradigma marxista se fundamenta en las categorías y principios propios del materialismo histórico y dialéctico. La dialéctica marxista, a juicio de sus partidarios, es una ciencia que trata de las leyes más generales del desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento humano. Marx y Engels estructuraron la dialéctica sobre la base de la concepción materialista del proceso histórico y del desarrollo del conocimiento, generalizando los procesos reales que ocurren en la naturaleza, en la sociedad y en el pensar. En la dialéctica científica se combinan orgánicamente las leyes del desarrollo tanto del ser como del conocer, dado que tales leyes por su con tenido, son idénticas y sólo se diferencian por la forma. De ahí que la dialéctica materialista sea no sólo una doctrina ontológica, sino además gnoseológica, una lógica que examina el pensamiento y la cognición tanto en su devenir como en su desarrollo, y en ellos está contenido como tendencia su futuro, es decir, aquello que devendrá. Este materialismo dialéctico se encuentra fundado en algunas leyes y principios generales, que a la postre son los que caracterizan y definen este paradigma investigativo. Son los siguientes: Ley de la unidad y lucha de contrarios Ley de transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos Ley de la negación de la negación La ley de la unidad y lucha de contrarios implica la existencia de contradicciones, que es un modo de transformación de los fenómenos o procesos, en razón de la presencia en su seno de aspectos opuestos que suponiéndose necesarios el uno y el otro, tienden a excluirse mutuamente, pero a su vez coexisten simultáneamente, pues el uno supone al otro. La ley de transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos revela las vías y formas de desarrollo del mundo material y social, y la ley de la negación se refiere a la tendencia principal y la correlación de lo viejo y lo nuevo en el desarrollo del mundo natural y social. En un intento por darle a la concepción materialista dialéctica una metodología propia en el terreno cognoscitivo, científico y educativo, surgió en la década del 60 en la Unión Soviética, una serie de teorías y planteamientos que cuestionaron las rígidas y dogmáticas posiciones dominantes. Los soviéticos Davydov, Majmutov y otros, dieron nacimiento a una concepción denominada concepción problémica, que en sus comienzos surgió como un método y un método pedagógico, pero que posteriormente se transformó en un verdadero paradigma investigativo que lentamente ha tenido relativo auge en varios países. Los fundamentos de esta concepción se centran en los principios de la problemicidad de los conocimientos nuevos que se descubren y la suposición del objetivo. Realmente no existe pleno acuerdo sobre cómo definir el término "problemicidad", ya que para muchos éste va más allá del problema y se refiere a las diversas contradicciones que surgen entre lo conocido y la desconocido o buscado, y que culmina con la solución del problema. Para otros en cambio, la problemicidad tiene un significado más formal, ya que tendría relación con el proceso del planteamiento del problema. Aunque al paradigma marxista no se le reconoce directamente existencia como método investigativo con características propias, ha influido poderosamente en la gestión y estructuración de algunas modalidades de la investigación cualitativa, de tipo histórico o socioeconómico, de ahí que se afirme que el paradigma marxista se ha constituido en un foco potencial de influencias, pero no en una realidad metodológica o científica de la investigación. El paradigma funcionalista tiene muchas variantes y corrientes diferentes, de ahí la dificultad para unificar los criterios frente a lo que usualmente se define como "función" y "funcionalismo", conceptos sobre los cuales se asienta este paradigma. Según Robert Merton, uno de los autores que introdujeron prácticamente el término en la investigación, define la función como "una consecuencia objetiva observable, producida por la presencia de un elemento en el seno de un sistema social, la cual aumenta o mantiene su grado de integración"8. Este paradigma surgió a partir de algunos principios básicos tomados de los trabajos de Max Weber, Wilfredo Pareto y Emilio Durheim, el padre del positivismo, desarrollados posteriormente por los antropólogos Malinowski y Radliffe-Brown, estructurados y puestos en práctica por los sociólogos norteamericanos Parsons y Merton. Este paradigma se asocia con los postulados de la sociología norteamericana que critica el método histórico y que considera que la exigencia primordial de la investigación consiste en establecer empíricamente los hechos del caso en estudio, o sea, le interesan los estados manifiestos. Merton, a la inspiración o carácter vago del método histórico, opone la seguridad de las técnicas de encuesta y de análisis del contenido manifiesto. Su función no es transformadora como en el caso marxista, sino investigar la realidad de un sistema para, primero detectar los aspectos disfuncionales del sistema, y posteriormente, procurar los argumentos y la información que sirva para convertirlos en funcionales, y de esta manera preservar y asegurar la existencia y el funcionamiento del sistema. O sea los "funcionales" son positivos para el sistema social y son "disfuncionales", si provocan un estado de ruptura con dicho sistema. El paradigma funcionalista toma muchos aspectos del empirismo clásico y del positivismo, pero en general se le socia con algunas corrientes idealistas actuales: fenomenología, realismo crítico, personalismo, pragmatismo, etc. El paradigma analítico, al igual que el funcionalismo, tiene facetas muy distintas y que algunos derivan de un materialismo moderno no marxista y de un realismo científico que se encuentra vinculado con las concepciones propias de la lógica-matemática y del neopositivismo. Paúl Lazarsfeld, afirma que la metodología en las ciencias sociales es necesariamente un enfoque analítico que analiza estudios concretos para explicitar los procedimientos que se emplearán, los supuestos subyacentes que se consideraron y los modos de explicitación que se ofrecieron. Uno de los criterios dominantes de este paradigma es la existencia de las variables, que a la postre se constituyen en las dimensiones de un fenómeno y las cuales tienen como característica principal, la capacidad de asumir distintos valores. El paradigma cualitativo-interpretativo se asocia fundamentalmente con la investigación cualitativa, particularmente en el campo de las sociedades sociales. Metodológicamente se caracteriza por el énfasis que hace en la aplicación de las técnicas de descripción, clasificación y explicación. De los tipos de investigación más comunes que forman parte de este paradigma, habría que mencionar el etnográfico, antropológico, estudios de casos, etc., sobre los cuales hablaremos más ampliamente en los próximos capítulos. Finalmente el paradigma estructuralista tiene sus orígenes en la década del 50, particularmente en el campo de las ciencias sociales, pero fue el antropólogo Claude Lévy-Straus quien dio forma a su cuerpo teórico y práctico. Su nombre nos sugiere que su base es la idea de estructura, que en términos generales se utiliza para designar el modo cómo las parte de un todo están articuladas unas con otras, formando una totalidad concreta. La estructura es lo que da unidad a la disposición interna de un conjunto que perdura en el tiempo Pero la estructura también, es lo que da significación a cada una de las partes, que son dependientes del todo y solidaria entre sí, de tal manera que toda modificación en cualquiera de ellas, afecta inevitablemente a las demás. La concepción estructuralista ha invadido la mayoría di las disciplinas de las ciencias sociales y humanas, de ahí que exista un enfoque estructuralista en el terreno de la psicología, de la lingüística, en las ciencias económicas, etc., donde se destacan nombres como Jean Piaget, Roman Jacobson: otros. Como método, el estructuralismo consiste en confrontar conjuntos diferentes para descubrir una estructura común y diferencias significativas que, al mismo tiempo, permitan la distinción y relación entre ellos. Fundamentos filosóficos y epistemológicos de los paradigmas de investigación Es evidente que todos estos paradigmas de investigación son el resultado de directrices y derroteros señalados por diversas corrientes filosóficas y epistemológicas, la mayoría de las cuales tienen su propia concepción sobre el proceso de construcción de la ciencia y sobre los criterios teóricos que sustentan la investigación científica. ¿Cuáles son las principales corrientes filosóficas que sirven de marco teórico y de punto de apoyo de estos paradigmas? Son numerosas, y mencionarlas todas nos obligaría a efectuar una verdadera historia de la filosofía, de ahí que nos limitaremos a mencionar las más conocidas. Por otra parte es muy difícil encontrar "químicamente puras" estas corrientes o escuelas filosóficas, ya que en muchos paradigmas sus postulados y fundamentos se entremezclan y se combinan para dar nacimiento a concepciones eclécticas y multifilosóficas. Con un criterio más bien formalista que crítico o riguroso, hacemos referencia a aquellas características más destacadas de estas corrientes, las cuales muchas veces asumen una actitud y una posición diferente y aun discrepante, frente al problema del conocimiento, o sea, frente al proceso en virtud del cual la realidad se refleja y se reproduce en el pensamiento humano. El empirismo es una teoría epistemológica que considera la experiencia sensorial como única fuente del saber. Afirma que todo conocimiento se fundamenta en la experiencia y se adquiere a través de la experiencia. La doctrina fue desarrollada originalmente por un grupo de filósofos ingleses, entre los cuales cabe destacar a Locke, Berkeley, Hume, Francis Bacon, Hobbes y otros. Si bien históricamente el siglo XVIII marca el comienzo de una concepción que ha tenido gran influencia en el desarrollo de la investigación científica, es en el siglo XX cuando adquiere mayor preeminencia este postulado centrado en la fuente de la experiencia sensorial como procedimiento fundamental del conocimiento y de la experiencia cognoscitiva. En este terreno, el empirismo tradicionalmente se ha enfrentado con el racionalismo. El punto principal de la divergencia está en que el empirismo infiere de la experiencia y no de la mente misma, como lo hace el racionalismo, el carácter universal y necesario de los conocimientos. Los críticos de esta escuela afirman que ésta sobrestima y sobre valora la experiencia y subestima el valor de las abstracciones, de la teórico y teorías científicas de la cognición. Al sobre valorar la experiencia, a juicio de éstos, se niega el papel activo y la independencia relativa del pensar. Uno de los aspectos más notorios que caracteriza el modelo empirista en la investigación y en la producción de conocimientos es el lugar privilegiado que ocupa el dato. Se parte del supuesto de que la verdad está contenida en los hechos, por lo tanto la tarea primordial de la práctica científica radica en constatar y en medir estos hechos con el fin de establecer, posteriormente relaciones que nos permitan generalizar a niveles de mayor abstracción. Usualmente los datos se registran a través del empleo de técnicas, todas consideradas "objetivas", particularmente fundamentadas en principios y reglas estadísticas. Una vez aplicadas las técnicas para obtener la información, se comienza el proceso de refinamiento de los datos, es decir, se elaboran y se traducen los indicadores, sintetizando en índices y estableciendo relaciones estadísticas. A partir de este proceso estaríamos en condiciones de realizar las interpretaciones teóricas. En esta práctica no existen ni principios ni teoría que guíen la selección de lo que va a ser asunto de nuestro estudio, sino que sólo se establecen objetivos y propósitos operativos e instrumentales. Esta dictadura del "dato" en el caso empírico, es cuestionada por Mario Bunge, que afirma que ningún dato es por sí mismo una evidencia, sino que debe convertirse en tal una vez interpretado con la ayuda de una teoría. Ninguna evidencia es absoluta, ni tampoco anterior a la teoría. En cambio los defensores de esta escuela, argumentan que sus críticos exagerado. De ahí que aduzcan una coherencia entre las variables y los indicadores, o sea, que plantean la existencia de una inferencia legítima no supuesta arbitrariamente entre la información obtenida y la elaboración teórica posterior, tratando de asegurar la validez de sus proposiciones. Para el racionalismo, según Guillermo Briones "los conceptos a priori no se basan en la experiencia sensible, sino que son producidos directamente por la razón o el intelecto (como los conceptos de causa y sustancia), si bien admiten que algunos conceptos tienen un origen empírico"9. Otro punto de discrepancia entre los empiristas y los racionalistas, es según Briones, el problema de la verdad, ya que a juicio de los segundos, "todas las verdades necesarias son a priori, ya que la experiencia sólo nos puede decir que algo ha ocurrido o es probable que ocurra, pero de ninguna manera que ese algo debe ser así"10. En síntesis, el racionalismo como teoría gnoseológica plantea que la universalidad y la necesidad caracteres lógicos del saber verdadero no pueden inferirse de la experiencia, ni de las generalizaciones de la misma. Sólo pueden extraerse del propio entendimiento, de conceptos que le son innatos o de conceptos que existen sólo en forma de aptitudes, de predisposiciones del entendimiento. El racionalismo en su fase clásica surgió como intento de explicar las particularidades lógicas de las verdaderas matemáticas y de la ciencia natural matemática, y sus representantes más destacados fueron descartes, Spinoza, Kant, Fichte, Leibniz, Hegel y Schelling en los siglos XVII, XVIII y XIX, respectivamente. Pero no hay duda de que es el racionalismo contemporáneo el que más ha influido en los presupuestos teóricos de la investigación científica, cuyo representante más importante es el francés Gastón Bachelard, el cual busca relacionar la filosofía con la ciencia, precisamente con la clara intención de construir una filosofía de las ciencias. Las ideas epistemológicas de Bachelard plantean que el investigador debe buscar el porqué del objeto de estudio, debe ir más allá de la apariencia, de lo fenomenológico, con una actitud expectante, crítica frente a lo conocido y lo desconocido, siempre en guardia contra los conocimientos aceptados y tradicionales. El materialismo ha tenido muchos enfoques y posiciones a través de la historia, o sea, que no podemos hablar de una teoría única y absoluta. En la concepción marxista, el l materialismo se opone al idealismo, al cual considera una corriente filosófica anticientífica. Desde ese punto de vista, el materialismo confirma el carácter primario de lo material y el carácter secundario de lo espiritual y de lo ideal en la concepción filosófica del mundo y la existencia. Lo cual significa que el mundo es eterno, que no ha sido creado, que es infinito en el tiempo y en el espacio. Pero fundamentalmente el materialismo científico afirma que la conciencia es un producto de la materia altamente organizada y la concibe como un reflejo del mundo exterior, con lo cual afirma que la naturaleza es siempre cognoscible. Desde el ingenuo materialismo del atomismo de los filósofos griegos Demócrito y Epicuro, hasta las concepciones del materialismo, marxista y del fisicalismo, los fundamentos de esta concepción filosófica se centran en el concepto y noción de materia, que comprende todos los fenómenos y procesos del mundo objetivo existentes fuera de la conciencia y del espíritu humano. Para los marxistas, el materialismo dialéctico se constituye en la base general para el desarrollo de la teoría económica, social y política de esta ideología, se opone al materialismo vulgar de los griegos que era mecanicista y metafísico, ya que no da cuenta del desarrollo de los procesos desde su instancia más simple hasta la más compleja, porque a juicio de ellos la materia en su conjunto no es inmutable. Como ya la señalamos anteriormente, la escuela o corriente opuesta al materialismo es el idealismo, que a similitud de las otras escuelas filosóficas tiene muchas vertientes diferentes. También en esta corriente las concepciones fluctúan entre el idealismo objetivo de Platón y el neoplatonismo, y las modernas concepciones fenomenológicas Husserl y otros; pero en esencia se plantea como postula central que los objetos físicos no pueden tener existen aparte de una mente que sea consciente de ellos. Pero cualquier posición que asuma históricamente el idealismo, en general se caracteriza por la importancia que le asigna a la conciencia, a las ideas, al pensamiento, al sujeto y al yo en el proceso del conocimiento. Entre las posiciones contemporáneas hay que destacar la fenomenología, que ha ejercido gran influencia en la investigación científica, particularmente los ti bajos de Husserl, Heidegger y de Merleau-Ponty. El concepto central de la fenomenología está destinado a sustentar el principio idealista subjetivo de que "no hay objeto sin sujeto”. Para sus partidarios, los estados de la mente se caracterizó básicamente por tener una "intencionalidad", una dirección hacia los objetos y que es necesario distinguir entre el objeto como tal y la significación que se le da. Como consecuencia de ello, el filósofo se interesa especialmente por los procesos que se dan en el entendimiento y el uso significativo del lenguaje. En cambio el investigador que actúa dentro de sus linderos, reduce el estudio que la realidad a los niveles de una mera investigación teórica y conceptual. Para algunos, la fenomenología no es otra cosas que una variante del eidetismo que como sabemos es una actitud psicológica que se observa particularmente en niños de corta edad, que representa mentalmente la visto con anterioridad con mucha nitidez de detalles, como si el estímulo estuviera presente. Son las "imágenes intuitivas subjetivas", producidas por la fantasía (no por el objeto) como representaciones corrientes, iguales en claridad plástica a las percepciones normales. La fenomenología busca aprehender los hechos de la conciencia por medio de la intuición. Considera el fenómeno prescindiendo de la realidad subyacente que le corresponde y ve en él el objeto total que se da a una conciencia cognoscitiva. No se hace ninguna distinción entre el fenómeno y el contenido real. En sociología y en general en las ciencias sociales, la aproximación fenomenológica a la realidad social consiste, no tanto en la descripción o explicación de los hechos objetivos (como lo hace el positivismo), sino en la comprensión de los mismos y del sentido que revisten para los sujetos que los viven. Pero no hay duda de que una de las corrientes que más ha influido en la investigación científica contemporánea, y que para algunos es la concepción filosófica y metodológica por antonomasia de la investigación, es sin lugar a dudas el positivismo. Esta corriente rechaza y asume una posición crítica frente a cualquier tipo de tendencia que busque conocimientos por medio de especulaciones metafísicas o idealistas. De igual manera toma como bandera central la negación de la filosofía en calidad de concepción del mundo, rechazando todo aquello que no esté sujeto a la comprobación experimental. Intenta crear una metodología o "lógica de las ciencias", que se constituya en el único camino para conocer la realidad. El padre de esta escuela filosófica es el inglés Francis Bacon, que afirmaba que los filósofos no deben buscar más allá de los límites de la naturaleza. En el siglo XIX, y en el campo de la sociología, le correspondió a Augusto Comte la tarea de definir y caracterizar el término "positivismo", concepto que hace parte de su clásica división de los tres estadios: teológico, metafísico y positivo. Los puntos más críticos del positivismo se refieren principalmente a su tendencia por separar los juicios de hecho de los juicios de valor, o sea, de las ideologías. Parte del supuesto de que toda ciencia debe ser neutra, imparcial y objetiva, que como sabemos es la tendencia dominante de muchos científicos e instituciones contemporáneas. De igual manera es criterio de que la sociedad, para efectos de su conocimiento, debe ser tratada, estudiada o conocida con los mismos procedimientos que se utilizan en el estudio de las ciencias naturales. A juicio de lo positivistas, la sociedad está regida por leyes naturales, invariables e independientes de la voluntad y de la acción humana. Algunos impugnadores de esta corriente afirman que en cierta forma, su método es la transposición del método de las ciencias físicas a las sociales. Divide la "lógica científica" en dos aspectos fundamentales, que a la postre se constituyen e los instrumentos principales del positivismo en la investigación científica: la descripción y la explicación. Describir significa en este caso medir, cuantificar y más ampliamente, expresar los fenómenos por la atribución de números y medidas. Esto implica la reducción de la realidad a sus aspectos cuantificables y mensurables. Esta descripción presupone una aceptación de la sociedad, de los datos de hecho, separado en variables o aspectos más o menos aislados. Para "explicar según esta corriente, también se aíslan los acontecimientos e variables, se particularizan las condiciones causales del fenómeno, o sea, se busca controlar una determinada relación. La explicación se hace en el universo de la aceptación y de la contemplación, según una hipótesis formulada por el investigador, para después buscar hechos que se adapten a ella. En la segunda década del siglo XX surge un segundo tipo de positivismo, denominado positivismo lógico, que tuvo s asiento en el Círculo de Viena, integrado por un grupo de filósofos alemanes y austriacos, entre los cuales cabe destaca a Camap, Neurath y otros. Tradicionalmente se les reconoce como los gestores de un neopositivismo, que si bien tienen como punto de apoyo las concepciones de Bacon y Comte, diferencia de éstos, renuncia a la posición psicológica y biologizante en el problema del conocimiento e intenta combina el empirismo idealista subjetivo con el análisis lógico del saber. Según el positivismo lógico, la auténtica filosofía científica sólo es posible como análisis lógico de la ciencia, el cual ha de tender, por una parte a eliminar la "metafísica" (es decir, la filosofía) y por otra, a investigar la estructura lógica del conocimiento científico con el fin de descubrir el contenido "dado directamente" o empíricamente comprobado de los conceptos o aseveraciones científicas.